El yihadista de Algeciras sobre el sacristán al que mató: «Me metía imágenes de muerte en la cabeza»
Yassine Kanjaa, el yihadista que el pasado mes de enero protagonizó el ataque en Algeciras que se saldó con la muerte de un sacristán y con varios heridos, ha declarado a los psiquiatras de prisión que mató a Diego Valencia porque «era Satán» y porque le «metía imágenes de muerte en la cabeza». Es lo que se desprende del informe forense, al que ha tenido acceso en exclusiva OKDIARIO Andalucía.
En relación con los hechos por los que está siendo investigado, dice el informe que «cree ser un mensajero de Dios» y asegura que «la persona que mató era un demonio, como también lo era el sacerdote». Según señaló a los psiquiatras, «el sacristán es Satán y me metía imágenes de muerte en su cabeza».
El informe forense afirma también que Yassin tiene como antecedentes médicos alergia a algunos medicamentos y niega que tenga antecedentes psiquiátricos. Además, asegura que «fumó hachís hace tiempo».
«Vino a España hace un año y tiene pendiente una orden de expulsión. Quiso volver a su país presentándose en el consulado de Marruecos», asegura el informe, aunque «no le hicieron caso». El yihadista, además, ha afirmado en prisión que no tiene antecedentes penales en su país. Yassin ha admitido a los forenses que vivía con ocho personas más en un piso okupa y que recibía dinero de sus padres.
Declaración a la Policía
Kanjaa, que sostuvo que nadie le había «adoctrinado», aseguró a la Policía que «tres o cuatro días» antes del atentado sintió «algo raro» en su interior. En concreto, y tras visualizar los ritos practicados por los cristianos, sintió que «tenían un pacto con Satanás».
El presunto yihadista se definió como un «soldado de Dios por la causa del Islam», pero actuando «de manera independiente». Si se decidió a pasar a la acción, indicó, fue porque sintió «una fuerza divina» en su interior.
En esos días previos al ataque, Kanjaa «discutió con un marroquí-español» que frecuentaba una iglesia local «por ser converso y no practicar la auténtica religión: el islam». Tras discutir con ese hombre le agredió «con la intención de matarle».